Vecinos y visitantes coinciden en reclamar el arreglo urgente de la carretera que une la localidad piloñesa de Riofabar con la zona de La Pesanca, famosa por su área recreativa, al considerar el estado de la vía roza el estado de «intransitable», provocando que muchos visitantes no vuelvan al lugar por miedo a dañar sus vehículos.
Unas quejas cada vez menores, pero no porque la situación haya mejorado, sino porque indican que el número de visitas han descendido de una manera drástica en los últimos años. «Llegamos a contar hasta mil coches que pasaban al área recreativa años atrás y el último año sólo contamos unos cien», comenta el hijo de Héctor, Iván Elvira, que califica la situación como «vergonzosa».
Los afectados creen que el hecho de que se trate de una vía de apenas unos dos kilómetros les da más razón para pedir un arreglo, ya que este no supondría una gran inversión. «Lo que está claro es que hay que tomar medidas porque entre el argayo y los socavones la gente prefiere no pasar por aquí», declara el vecino de la también localidad piloñesa de Moñes, José Ángel Sánchez, de visita por el lugar.
No obstante, quienes más padecen la situación son los propios visitantes que, al no conocer de antemano lo que se van a encontrar, suelen caer más a menudo en la trampa que suponen los enormes cráteres abiertos en la vía. «Sólo había venido una vez hace unos veinte años y quedé perplejo ante el abandono en que se encuentra toda esta zona», comentó el ovetense Juan Antonio Díaz, que además de en la carretera centró sus críticas en lo poco cuidada que se encuentra la propia área recreativa.
La zona de La Pesanca es uno de los puntos turísticos con mayor afluencia de visitantes en Piloña, pues se trata de un entorno natural envidiable que a su vez sirve de punto intermedio entre la localidad de Espinaréu y las foces del río Infierno, uno de los reclamos naturales más importantes no sólo de Piloña, sino de toda la región. Sin embargo y pese a su relevancia las labores de mantenimiento en la zona son prácticamente inexistentes.
Fuente: LNE
